Ir al contenido principal
Durante un convulso matrimonio me LOBOTIZARON el cerebro dejando solo las zonas imprescindibles para ir a comprar a un centro comercial. Pero por suerte, me quedo el misticismo suficiente para entrar ahí, cada vez, arrastrándome por los suelos como un gusano para hacer más poético el asunto.
Comentarios
Publicar un comentario