He vaciado el lavavajillas , tirado la puta basura orgánica y como tantos otros días, medio adormecido, aparentemente domesticado, abandono mi invisible agujero rumbo al trabajo. El camino es una dimensión espaciotemporal distinta, el limbo de la vida, un lugar ambiguo de suspiros y gritos silenciados. En esa rutina se esconde mi drama. Si alguna vez me ven, invitenme a algo, diganme que me quieren.


Comentarios