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Esa ballena llamada sistema me engulló como a tantas otras sardinas y me reconvirtió en recepcionista, que es como si una bufanda decide convertirse en calzoncillo, es el castigo con el que Dios compensa el hecho de haberme regalado una familia.Y ahí, en este inframundo me muevo como Al Capone en chicago atendiendo a trabajadoras del sexo, turistas de Leeds o hermanos casados entre ellos y con hijos.
Hay un momento terrible en el mundo real de la gente que madruga y paga hipotecas: te levantas roto y a continuación medio adormecido, por una extraña inercia,como un tententieso sin fe te metes en la ducha. Ustedes han estado ahí, vas desnudo,vas en bolas y justo entonces sin la armadura que te rodea, se detiene el tiempo y llega el momento RAYOS X en el que avistas todas las verguenzas y absurdos que esconde tu vida
Mi referéndum no es el de las barras de los bares ni el dels monitors d' esplai, no es el de toda esa gente insólita y extraña que son los políticos. Mi referéndum tiene algo de Lawrence de Arabia, de caminata bajo la tormenta y el frío, de getto negro en el país de blancos. Mi identidad sentimental esta mas que nunca recluida en un brazo de gitano de crema .En casa,con la llave por dentro, pasteleria y 38 corto en mano contra los aullidos franquistas.
He sobrevivido a otra infecta temporada de trabajo, bien : falta ahora encontrarme y recuperar mi bien más querido : El Tiempo. Tiempo de lectura,de ocio, de coger el lápiz para reírme de nuestras miserias cotidianas,de contactos personales...porque la vida va de querer a las personas,de sonreir,de saber dar un abrazo.
He vaciado el lavavajillas , tirado la puta basura orgánica y como tantos otros días, medio adormecido, aparentemente domesticado, abandono mi invisible agujero rumbo al trabajo. El camino es una dimensión espaciotemporal distinta, el limbo de la vida, un lugar ambiguo de suspiros y gritos silenciados. En esa rutina se esconde mi drama. Si alguna vez me ven, invitenme a algo, diganme que me quieren.
